Este valle nace gracias a la inquietud de los enólogos de la época (años 80), uno de ellos Pablo Morandé en ese entonces enólogo de la viña Concha y Toro, estaba en búsqueda de un valle de características para cultivar variedades blancas de clima más fresco.

El entusiasmó tanto que terminó comprando un terreno para él. Fue entonces en el año 1985 cuando este valle se dio a conocer con vinos a partir de uvas de Sauvignon Blanc y Chardonnay, variedades muy cultivadas en este valle hasta el día de hoy. Además de la labor de Pablo Morandé en el desarrollo del valle de Casablanca, influyó también la del enólogo Ignacio Recabarren que tenia el convencimiento, de las aptitudes de este valle para la producción de uva de calidad para vinos blancos.

Posteriormente llegó el turno de los tintos como el Pinot Noir, cepa que necesita de un clima más fresco como lo es el de Casablanca (también Leyda, Limarí, Elqui) para poder madurar y producir uvas de calidad para que posteriormente se vinifiquen y de cómo resultado Pinot Noir que compitan con los del resto del mundo como Francia, Nueva Zelanda, USA, etc.

Más tarde con el boom del Syrah (apogeo de Australia), se le dio la oportunidad a esta cepa, logrando excelentes resultados y muy versátil como lo es esta, obteniendo Syrah de climas más frescos, con características totalmente distintas a esta cepa provenientes de Aconcagua, Maipo, Colchagua y Cachapoal.

Además de esto, es uno de los valles que produce gran parte de los vinos bases para producir espumantes de calidad Hoy después de 30 años podemos encontrar variedades desde Sauvignon Blanc, Pinot Noir hasta Merlot. De diversos estilos enológicos. Después de la llegada de casi la totalidad de las viñas tradicionales chilenas con algunas exclusivas de ese valle como Veramonte, Casas del Bosque, Quintay, Indómita, William Cole, etc

 

Blancos, que los queremos blancos…Salú!