Tintos para la parrilla

No hay otras fechas que ameriten descorchar más vinos tintos que las fechas patrias. Pero también una excusa para experimentar nuevas variedades para acompañar las carnes de la parrilla. Tintos jugosos y rústicos para atreverse a cambiar y sorprender a los comensales en este 18. Al clásico Cabernet Sauvignon se le suman el Cinsault, la Garnacha y hasta el Pipeño.

Cuando pensamos en un asado, pensamos en tintos. Eso prácticamente no tiene discusión. Hay gente que puede comerse un trozo de carne con una copa de vino blanco, pero no es lo corriente. Nos centraremos entonces en los vinos tintos, pero no solo en el Cabernet Sauvignon, que es lo primero que se nos viene a la cabeza cuando organizamos los asados para estas fiestas patrias.

Les recomiendo dejar de lado los convencionalismos. Atreverse por nuevas cepas mediterráneas, variedades tradicionales chilenas, que por cierto son excelentes compañeros para la parrilla.

Para los asados, sin son de vacuno o cordero, se necesita la astringencia y el cuerpo de los tintos. Así, la carne se mueve con mayor facilidad dentro de nuestro paladar. Los taninos del vino tinto tienen una acción como la del jabón o el detergente, a modo de ejemplo. Los pequeños tragos de vino tinto van limpiando la cavidad bucal, permitiendo la restauración de la capacidad gustativa de las papilas, ayudando a que se aprecie mejor el sabor de las carnes rojas.

Así, escrito, todo suena muy científico. Al lado de la parrilla y con una botella descorchada se disfruta más. ¿Qué tal un pipeño con unos choripanes? ¿O por qué no descorchar un Petit Verdot o un Cinsault para el asado? Definitivamente las alternativas son mayores. Solo hay que acordarse e ir por ellas.

La irrupción de cepas mediterráneas es un fenómeno que ha remecido nuestra escena vínica en los últimos 4 a 5 años. Las viñas se han apropiado de esto y le han dado un nuevo aire al mercado local. A grandes rasgos el “modelo” de tinto mediterráneo por lo general es frutal, con una textura rústica y una respetable acidez, más que buenas razones para todo lo que venga de la parrilla.

Ya saben. No disponemos solo de Cabernet Sauvignon, Merlot o Carmenère para los asados de este 18. El parrillero tiene otras cepas a las que puede acceder. Una vuelta por el supermercado o la tienda de vinos especializada puede ser la solución para sorprender a los comensales.

Villaseñor Wines

Kenos

Petit Verdot

Valle del Cachapoal 2009

El Petit Verdot es una variedad francesa que se encuentra principalmente en la región de Burdeos. En nuestro país no encontramos muchos varietales y esta es una buena oportunidad para probarlo. Tiene taninos firmes y acidez alta. Un garrón de cordero o un buen trozo de lomo vetado deberían hacerle el contrapeso.

Santa Rita

Medalla Real

Malbec

Luján de Cuyo/Mendoza 2013

Una ganga de vino que Santa Rita vende en Chile de viñedos de Malbec en Mendoza. Tiene esas notas dulces del Malbec. Suave en boca de taninos aterciopelados. Es pura fruta que se equilibra bien con las especias. Ideal para acompañar unos trutros de pollo adobados o esos cortes que están para picar cuando empezamos el asado.

De Martino

Gallardía del Itata

Cinsault

Secano Interior/Coelemu 2014

Otro Best Value. El Cinsault de De Martino huele a flores y hierbas. Su nombre se debe al implacable sol que se deja caer en el Itata durante los meses del verano. Abundan los frutos rojos en este tinto, que además es fresco y de muy buena acidez. Acompaña prietas, embutidos y una entraña bien jugosa. Apuesta segura.

Cremaschi Furlotti

Edición Limitada

Carignan

Valle del Loncomilla 2013

Este Carignan viene de parras de más de 50 años de la zona del Melozal en el Maule y se siente esa rusticidad del campo en la boca de este tinto. La fruta jugosa y fresca está en su acidez. Esta pequeña revolución del Carignan llegó para quedarse, porque la variedad se lleva bien con los asados. Unas longanizas de Chillán, pero también una malaya de cerdo.

Carmen

Gran Reserva

Cabernet Sauvignon

Valle del Maipo 2012

El año pasado fue elegido entre los 100 mejores vinos del mundo por la revista Wine Spectator. Un Cabernet Sauvignon especiado, con notas de chocolate amargo y pimienta negra. Accesible para cualquier bolsillo, para comprarse una caja y disfrutar en el quincho o la parrilla. Piensen en un costillar de cerdo o un corte de tapabarriga.

Viu Manent

Secreto

Cabernet Sauvignon

Valle de Colchagua 2015

En un año con un verano caluroso, este Cabernet de Colchagua se siente fresco, con notas a frutos rojos, cassis y algo de hierbas. En general tiene un buen balance en boca. Se ajusta bien a todos los tipos de carne, incluso a unos choripanes. Estos cortes americanos como el huachalomo, que vienen con algo de grasa, se llevan bien con el Cabernet.

Aupa

Pipeño

País-Carignan

Valle del Maule

Dos cepas tradicionales que funcionan muy bien en mezclas. Aquí el 70% es País y el 30% Carignan. Se bebe como agua y la botella se acaba rápido, como para tener una reserva importante en septiembre. Es un tinto de aperitivo, para empezar el asado, pero también para continuar con las longanizas y los choripanes. Otra apuesta segura.

Tintos para la parrilla