Bienvenidos al planeta Pinot Noir

Descorchar una botella de un buen Pinot de la Borgoña no tiene punto de comparación. La cepa más femenina de los tintos comienza a mostrar vinos muy interesantes en nuestro país, dominados muchos años por el exceso de madurez de las uvas y el uso de barricas para esconder los defectos.

La búsqueda de nuevos terruños para plantar Pinot Noir ha tenido buenos resultados. La variedad es sumamente caprichosa, adaptándose solo algunos tipos de clima y suelos. El molesta el exceso de calor, es sensible a la humedad y a los hongos y si no está plantada en el suelo adecuado sus racimos nunca van alcanzar la calidad para producir un buen vino.

Ninguna otra región en el mundo ha podido siquiera acercarse a lo que se produce en Borgoña. Algunos de los mejores vinos del mundo vienen de esa región francesa. Borgoña es otra órbita, que compite sola y que siempre se ha mirado su propio ombligo como el centro del universo del Pinot Noir.

¿Hacia dónde se ha encaminado la búsqueda de nuevos lugares para plantar y elaborar Pinot Noir?

Limarí, tiene muy atractivos Pinot Noir, donde se consigue una mezcla interesante de frescor, humedad y radiación solar, con suelos abundantes en carbonato de calcio, una condición ideal para esta variedad. Un gran ejemplo es la línea Talinay de Tabalí.

Casablanca ha sido el valle donde más se ha plantado Pinot Noir a partir de la década de 1980. Montsecano, Refugio y Despechado son muy buenos ejemplos de lo que se puede lograr con la variedad, en una zona relativamente fresca como lo es el valle cercano a la capital.

Leyda-San Antonio terminaron por conquistar a enólogos y productores que insistían con la variedad. La influencia de las brisas que vienen del Pacífico permiten una maduración correcta de las uvas, conservando aromas y sabores. La pequeña bodega Ventolera y Leyda han logrado entender la dupla suelo y clima para producir correctos Pinot.

Malleco y Osorno, rompieron las barreras geográficas de la vitivinicultura chilena, buscando mostrar expresiones particulares en sus proyectos y vaya que lo han conseguido. Los hermanos Christian y Oliver Porte tienen un delicioso Pinot Noir (Coteaux de Trumao) que elaboran en Río Bueno, en las cercanías de Osorno y la viña Aquitania hace lo propio en las frías tierras del Valle del Malleco, próximo a Temuco.

 

 

 

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